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Hola.

Mi nombre es Pablo Hernández. Soy un fotógrafo donostiarra, amante de la música, el esquí y la montaña.

 

Entusiasta de la fotografía desde temprana edad, me encanta inmortalizar el paisaje y la naturaleza. Además, he tenido el privilegio de trabajar en diversos ámbitos durante los ocho años que llevo en este mundillo, aunque me he dedicado a fondo al sector de bodas y eventos.

En definitiva, soy un fotógrafo versátil, me adapto a todo tipo de circunstancias y tengo muchas ganas de trabajar y de seguir aprendiendo día a día a través de la fotografía.

La satisfacción y orgullo que me produce ver a alguien emocionarse con una de mis fotos es el hecho por el que me dedico a esta profesión. Mis clientes y amigos me dicen: "Tío, " 
 

¿Que por qué saco fotos? Por el qué dirán... por el qué dirán cuando se emocionen al ver ese recuerdo, 

Muchos dirán que el objetivo de la fotografía es sacar buenas fotos. Yo creo que el objetivo de la fotografía es emocionar. No importa que la foto sea buena o mala, que esté sacada con una cámara o con un móvil, que esté borrosa y oscura... si consigue despertar sentimientos en el alma de quien la ve, misión cumplida.

Con esto no quiero decir que la calidad del trabajo no sea importante. La experiencia te aporta ese conocimiento técnico tan útil, pero sobre todo te hace entrenar el "ojo", te hace buscar ese punto ciego, inmortalizar el instante quizás menos obvio, pero con más carga significativa.

El tiempo me ha enseñado que la calidad siempre es más importante que la cantidad, que a veces, "menos es más".

En definitiva, lo que trato con mi trabajo es aunar

Llegar a casa tras 8 horas trabajando en un evento, importar el trabajo, seleccionar, retocar, reseleccionar, exportar, maquetar un álbum, etc. es algo sacrificado, conlleva mucha más dedicación de la que uno cree. Pero que ese cliente te llame y te diga "este es el mejor recuerdo que podría tener", "has logrado inmortalizar lo bien que lo pasamos" o un muchísimas gracias"

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